nos llegan mails...
Esta tarde hice un trueque, forma primitiva de comercio y tal vez por eso, parezca más inocente.
Hace unos dos años, mi amiga-hermana Eliana (si, la Pirillo para quienes la conocen) me dijo que en Mar del Plata, Fabián Spampinato estaba trabajando en la preparación de un disco homenaje a Spinetta. Si.
A pesar de la alegría, sentí cierta incomodidad ante la palabra “homenaje”. Ya saben.
Hace pocos días, en FM Maestra de mi ciudad, Necochea, me enteré que ese proyecto era un hecho. Parido mientras el mundo seguía.
“Dónde lo compro?” pregunté.
“Lo cambiás por comida o ropa para el comedor Fueguitos de Mar del Plata”, me dijeron.
Esta tarde fui a por el disco. Cargando una caja con comida en las manos. Cargando una culpa en mí. Carajo, me tienen que poner el anzuelo del Flaco para que yo me ocupe de ayudar a los que no tienen casi nada.
Ni bien entregué la caja, un señor italiano, que me pedía disculpas en italiano por no haberme entendido en el portero eléctrico, me entregó una “cosa” a cambio de mi caja. Eso no era un disco. No, no.
Podría llegar a parecer un libro, pero no. Estaba sellado prolijamente con ese plástico que usan en las rotiserías.
“Tante grazie” le dije. Y me fui.
Tuve ese paquete en mis manos varias horas antes de abrirlo. Ya de entrada me invadió cierta emoción o ilusión. Tenía un aspecto mágico, bobo, profundo. Volví a mis cinco años, allí había algo que habían traído los Reyes, y no me animaba a desenvolverlo.
Y si no era lo que yo había pedido?
Lo abrí hace un rato.
Es un libro/disco/galería de arte/ delirio cósmico cuasi cómico.
68 pistas grabadas por artistas de puta madre. Ilustradas. Y no es el Larousse.
Está Tribemol haciendo la Herida de París, está Jugo de Lúcuma interpretada como si fuera la cinta de una película de Fellini; está Rodolfo García con Mi Sueño de Hoy. Está la voz de un actor marplatense que urde cosas, salpica. Se reproducen llamados de oyentes a la FM que trabajó en esto. Y así.
Sólo voy por el primer disco. Hay dos más.
Y yo lo cambié por una caja de comida.
El arte que hoy tengo en mis manos es un tesoro para mí. La comida es un tesoro para otros a quien no conozco.
El “disco” rebalsa belleza del mismo modo que el hambre rebalsa mugre.
Trueque.
¿Podré superar la mojada de oreja que Spampinato y los que hicieron este proyecto me están haciendo?
Viviana Khun
pd: Fabián, no sé quién te hizo llegar copia de lo que escribí, pero en realidad soy yo quien está agradecida.
Es muy fuerte como obra en el sentido pleno de la palabra.
Anoche estaba muy emocionada y no pude menos que expresar eso cómo saliera y compartirlo con unos pocos amigos o conocidos.
La emoción era triple, como los discos....que un artista como Luis provoque esto en otros artistas. Que esa obra adquiera el perfil de algo que pudo haberse gestado por ejemplo en el Di Tella de los sesenta, con ese poder y esa frescura, en medio de esta época de pocas ideas y mediocridad. Y que además sea para ayudar; ayudar a los que no tienen y ayudarnos a los que nos olvidamos que aún podemos hacer cosas por los otros.
Espero conocerte algún día y poder darte las gracias en persona. Un abrazo,
Viviana
--------------------------
Otro recuerdo:
Nota aparecida en el Periódico ECOS DE PUNILLA, de Córdoba.
Gracias a Néstor Pousa, periodista, amigo y sensible como todos nosotros.
